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domingo, 27 de julio de 2008

LAS CLASES NO SON CLASES

Carta publicada en el diario El Mercurio de Santiago de Chile, el jueves 19 de junio de 2008.

"Señor Director:
A propósito de la nueva Ley de Educación, me parece indispensable analizar las condiciones de trabajo en que se desempeñan actualmente la mayoría de los profesores del sistema municipal - estatal - y del sistema particular subvencionado. El profesor hoy día hace por lo menos 30 horas de clases semanales. En muchos casos 36, 40 o más clases en dos o más establecimientos.
Atiende a 40 o más alumnos por sala. El máximo es 45 y algunos colegios reciben alumnos por encima de esta cifra con el visto bueno de las autoridades. El domingo recién pasado, "El Mercurio" publicó un amplio reportaje sobre la educación en Nueva Zelandia. Los profesores neozelandeses atienden a un promedio de ¡26 alumnos por sala! En otros países todavía menos.
Para que un profesor pueda ser contratado, por ejemplo, para hacer clases de Ciencias Naturales (hoy día tiene otro nombre la asignatura) debe comprometer al menos 30 clases. Si la asignatura tiene 3 clases semanales, debe atender ¡10 cursos diferentes! Alrededor de 400 alumnos. En estas circunstancias, se crea un error invencible. El sistema está firmemente convencido de que el profesor hace clases; los alumnos y los apoderados también. Y este error se transmite a los nuevos profesores, y los profesores llegan a no quejarse del sistema. Ni siquiera el Colegio de Profesores. El Colegio sólo pide mejores sueldos y más inamovilidad en los cargos. No tiene en cuenta la calidad del trabajo.
Cualquiera que sea el programa de estudios (quizá con la excepción del actualmente vigente, sólo comparable al Transantiago), necesitamos un profesor con 44 horas cronológicas semanales de contrato, alrededor de 20 horas de clases presenciales y las 24 restantes para: preparar las clases (con o sin computador. Hace años era con o sin televisor), para corregir las pruebas, entrevistar a los apoderados que lo soliciten, conversar con sus colegas de mayor o menor experiencia para aconsejarse y aconsejar; trabajar con la Dirección de Estudios, trabajar con el Inspector para atender a los alumnos con problemas conductuales; conversar con sus alumnos privadamente, para solucionar sus grandes o pequeños problemas en el liceo o en la asignatura; entrevistarse con el director siempre que sea necesario; asistir a las reuniones de profesores. Además cumplir los turnos de patio o de comedor, según lo establecido; atender al alumno que se enferma, llamar a los apoderados de los alumnos que faltan frecuentemente a clase, reemplazar a algún profesor con licencia.
Además, participar de los eventos de la naturaleza que sean organizados por el colegio: Deportes, Mes del Mar, 21 de Mayo, colecta pro niño X, fiesta del colegio, Día del Alumno, Día del Profesor, Día del sostenedor o dueño del colegio, Día sin Fumar, Día del Medio Ambiente, Operación desalojo y Seguridad (Operación Deyse) (Daisy, la llaman en algunos colegio)."
JUAN COX HUNEEUS

Chile empieza a probar sistemas de enseñanza escolar virtual

Artículo publicado en El Mercurio el domingo 13 de julio de 2008


"Sólo un computador y conexión a banda ancha es lo que se necesita para asistir a dos colegios nacionales que funcionan 100% por internet. Una alternativa al sistema tradicional que genera debate, pues no está regulada por el Ministerio de Educación, donde plantean que esta modalidad puede complicar el desarrollo social de los niños.
PAMELA CARRASCO T.


No hay sala de clases, ni pizarrón. Tampoco uniforme, ni patio, ni compañeros de banco. El "colegio" de los hermanos Amanda y Vicente Chau está en una pieza de su casa.

Desde marzo de este año, ellos son alumnos del recién inaugurado Think Academy (www. ta.cl), uno de los dos colegios virtuales que hay en el país y que hoy tiene inscritos a 21 alumnos desde 3° básico a 4° medio. A través de pizarras virtuales, videos, chat y correo electrónico, los niños van aprendiendo las distintas materias, sin pisar una sala de clases y en un horario harto más acotado que el de la jornada escolar completa.

El creador de Think Academy es Rodrigo Pérez Coto, quien vive en Isla Negra y confiesa que decidió formar este colegio porque consideraba que la educación que recibían sus hijos era derechamente "muy mala".

Otra alternativa es Yo Aprendo ( www.yoaprendo.cl), con 37 alumnos, funciona hace tres años desde Osorno a cargo del profesor Fernando Jonquera y educa a niños que han sufrido acoso en sus colegios, que son hiperactivos, que sus papás se han trasladado a zonas lejanas o que por motivos valóricos optan por educar a sus hijos en casa.

Si bien estos colegios funcionan de manera legal y dicen cumplir con los planes y programas del Ministerio de Educación, no tienen su reconocimiento y, para poder validar sus estudios en 4° medio, los estudiantes deben rendir exámenes libres en establecimientos tradicionales.

"Todo programa educativo que se entregue en modalidades distintas a las regulares necesita pasar por un proceso de acreditación, en que se revisan sus planes de estudio, metodologías y las certificaciones de los académicos que imparten las materias. Los colegios online aún no pasan por ese proceso, pero estamos abiertos a revisarlos", dice Cristián Martínez, subsecretario de Educación.

Estos colegios no exigen que sus alumnos rindan exámenes libres hasta 4° medio, aunque los preparan para esto si los apoderados quieren hacerlo.

En el caso de Think Academy, incluso ofrecen otra opción. "Tenemos un convenio con el West River Academy, de Estados Unidos, que certifica este tipo de estudios. Y por 700 dólares los niños en 4° medio pueden rendir los exámenes y acreditarse en Estados Unidos y después entrar a las universidades chilenas como estudiantes extranjeros", dice Rodrigo Pérez.

Hasta ahora la Oficina de Atención Ciudadana 600 del Mineduc no ha recibido quejas sobre estos colegios, pero tampoco se puede asegurar su calidad. "Con esta metodología el estudiante no existe para el sistema, no está matriculado y no se puede monitorear. Sólo se hace visible en la medida en que se inscriben para dar exámenes libres", dice Martínez y por eso recomienda que se rindan estas pruebas todos los años.

Los motivos de los padres para educar a sus hijos a través del computador son variados.

"Mis niños llegaban a las cinco de la tarde a hacer tareas, muy cansados y no les quedaba energía para nada más. Nuestro tiempo como familia giraba en torno al colegio. Sentía que mis hijos no tenían infancia y se habían olvidado de jugar y hacer deportes", cuenta Candy Retamal, la mamá de los hermanos Chau. Además, cuando se trasladaron de provincia a Santiago su hija menor sufrió bullying por parte de sus compañeros. La cambiaron a otro establecimiento, pero la situación no mejoró. Así llegó al cibercolegio. "Hoy los veo más entusiastas y creo que entienden mejor las materias, porque el aprendizaje es más personalizado. Y cada cierto tiempo les hacen las mismas pruebas del Simce, lo que me deja tranquila", dice.

¿Y la socialización?

Otro es el caso de Luzmira González, que tiene una hija en 5° básico y otra en 1° medio. Las dos tienen asma y todos los inviernos se enfermaban; en el colegio las dejaban condicionales por asistencia. "Mi hija mayor me propuso este cambio y hasta ahora estoy muy contenta. Igual me da miedo, porque toda la familia se opuso y me decían que las niñas iban a sufrir y no iban a tener amigos, pero yo veo que ahora están mejor y pasan el tiempo libre en talleres de música y deportes", cuenta.

Justamente una de las polémicas de los sistemas de escolarización en el hogar es la socialización de los niños."El estar en una comunidad educativa pasa no sólo por adquirir contenidos, sino que por aprender a compartir y alcanzar habilidades para la vida, como el trabajo en equipo, liderazgo o expresión verbal", dice Cristián Martínez. Cosa que, a su juicio, el e-learning no permite.

Rodrigo Pérez no lo cree así. "Es preferible que los niños socialicen con personas de distintas nacionalidades y aprendan respeto y colaboración a través de sistemas como Skoolaborate 3-D, donde nuestros estudiantes interactúan con niños de todo el mundo".

Fernando Jonquera también cuestiona el modelo formal. "Los niños en los sistemas tradicionales sólo tratan de adaptarse, no quieren ser distintos. No está probado que los niños que estudian en la casa tengan problemas de socialización", dice.


Experiencia internacional

Los colegios virtuales no son nuevos en el mundo. Países como Francia, Nueva Zelandia y Estados Unidos tienen sistemas bastante organizados y regulados en esta materia.

Algunos ejemplos de colegios completamente virtuales en el mundo son el Florida Virtual School ( www.flvs.net), el Virtual High School ( www.govhs.org), la Wisconsin Virtual School ( www.wisconsinvirtualschool.org) o el programa K12 ( www.k12.com), donde ofrecen metodologías y planes de estudio vía e-learning para enseñanza primaria y secundaria."

58 niños y niñas de enseñanza básica y media se educan actualmente en Chile a través de colegios virtuales."

> DISTINTAS MIRADAS

"No sé si es la realidad de todos, pero vimos que los colegios virtuales eran buenos para nuestras expectativas, y en este tiempo ha mejorado mucho nuestra calidad de vida familiar. A fin de año los niños darán exámenes libres y veremos qué pasa. Es una apuesta y esperamos no equivocarnos".

CANDY RETAMALApoderada.


"Esta educación se basa en que el niño no es tonto y es dueño de su vida y su tiempo. Esto hace que se entusiasmen con el estudio y siempre quieran saber más. La exigencia es más alta que en un colegio normal, porque nos basamos en el currículo del ministerio, pero profundizamos mucho más".

RODRIGO PÉREZThink Academy.


"Los padres son responsables al optar por un sistema educativo u otro. A nosotros nos interesa que los estudiantes acrediten sus conocimientos, y eso lo podemos hacer a través de los exámenes libres, pero hay otros temas que nos merecen una duda tremenda, y que tienen que ver con la socialización".CRISTIÁN MARTÍNEZSubsecretario de Educación.

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